Es posible que el día más importante del maduro cura de un pueblo pobre de la tierra caliente José María Morelos fuera el 19 de octubre de 1810. Después de una jornada que debió estar cargada de dudas, esperaba la llegada de su antiguo rector y cura de Dolores, Miguel Hidalgo, general del Ejército Insurgente Libertador.
El día 20 se reunieron. No es posible saber con exactitud lo que dijeron. Pero el caudillo insurgente Hidalgo extendió el documento fundamental firmado por el generalísimo de América Miguel Hidalgo. Este nombramiento tuvo un largo destino: permitió al cura Morelos imaginar la Independencia de México; y la imaginó con la mentalidad de la época y la convicción de quien ha vivido la religión como una de las formas del orden.