Calleja escribió: “Si la constancia y actitud de los defensores de Cuautla fuese con moralidad y dirigida a una justa causa, merecería algún día un lugar distinguido en la historia”.
Por su lado, Morelos arengó a los soldados criollos de las tropas realistas: “Soldados: […] escuchadme un momento procurando poner libre vuestro entendimiento para poder distinguir las verdades que no conocéis por el entusiasmo en que os tienen o por la costumbre de obedecer trescientos años […]. ¿Hasta cuándo será depuesta vuestra ceguedad? ¿Hasta cuándo conoceréis vuestros derechos? […] Sabed que la soberanía cuando faltan los reyes solo reside la nación. Sabed también que toda nación es libre y está autorizada a formar la clase de gobierno que le convenga y no ser esclava de otra. […] Y América se ha de poner libre.”