Por los rumbos de Oaxaca se unió al jefe insurgente Valerio Trujano, que combatía en Huajuapan. Luego de vencer a los realistas que estuvieron a punto de vencerlo, Trujano y sus hombres se unieron en un batallón; se nombró a la nueva organización militar: el batallón “se llamó de San Lorenzo por haber estado expuesto al fuego por todos lados”.
Tehuacán, a medio camino entre Puebla, Oaxaca y Veracruz, fue el punto estratégico donde se fortaleció el ejército de Morelos en su campaña del sur. Era 10 de agosto de 1812, entonces sus fuerzas sumaban 3600 hombres; mientras tanto, el cura Mariano Matamoros organizaba en la hacienda de Santa Clara – en la zona cañaveral del actual estado de Morelos – y en Izucar a los contingentes mejor disciplinados de la insurgencia. Desde de Tehuacán se dominaba al mundo de caminos entre México y Veracruz, además de los que conducían hacia Oaxaca. Un convoy con correspondencia salió de Veracruz rumbo a la capital del virreinato. Lo custodiaron 400 soldados; no sabían que Morelos lo esperaba: el jefe insurgente envió al joven Nicolás Bravo quien sorprendió la columna realista y los derrotó completamente. Cerca de 300 hombres fueron tomados prisioneros.